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Bouka. Benin. Octubre 2012.
Soy madrugador.
Jesús Fernández de Trocóniz, SMA
 

 


 

Jesús nos cuenta como transcurre un domingo en la misión de Bouka (Rep. de Benin)

Os cuento cómo fue el último domingo. Como me acuesto como las gallinas, me levanto también con el canto del gallo. Los musulmanes empiezan a llamar a la oración por sus altavoces a las cinco de la mañana y me suelen encontrar tomando mi nescafé. A las seis, aún a oscuras, suelo abrir las puertas de la cerca. Siempre escoltado por mi perrita, que es muy buena guardiana. A la siete llega el catequista para golpear con un hierro una llanta de camión, colgada de un árbol, que hace de campana. Empiezan a venir los niños y los mayores, pues a las 8 en punto empiezo la misa. Hoy estaban más al comienzo, aunque aún tienen que mejorar la puntualidad. La misa dura hora y media, para que os quejéis de las de Laredo (¡esta carta está dirigida a sus sobrinos!).

Echaré de menos a un buen colaborador que se marcha

Ha venido a la misa la directora de la escuela pública de Besasi, que dista dos kilómetros de Buka. Musulmana convertida al catolicismo, con el acuerdo de su familia. Suele ser muy raro que la familia acepte. El motivo es para casarse con un católico, Bernabé, también director de escuela. Este año lo estaba pasando mal, le estaban haciendo la vida difícil y ha pedido el cambio. Le han enviado a Borodarou, a 20 kilómetros de Kandi y a 150 de aquí. Era un hombre de buen consejo y el responsable de la catequesis en francés. A veces traductor. Venía mucho a verme y me tenía al corriente de lo que pasaba. Le voy a echar de menos.

Un colegio lleno de niños y sin maestros

Me pidió si de paso podía dejarla en su casa con sus tres hijos pequeños que habían venido a píe. En el camino le pregunto por la marcha de su escuela, pues he oído que no tiene ningún maestro contratado. Me lo confirma. Una escuela de seis clases, con 284 niños inscritos, no tiene ningún maestro. Me dice que ella a la hora abre las clases, abre su despacho, se sienta y espera. Los niños llegan, juegan, entran, salen y se marchan a sus casas cuando quieren. Le pregunto el porqué y no sabe o no quiere responder.

¿Será que los maestros no quieren tener una directora mujer?

Le pregunto directamente, si es porque es mujer la directora y me contesta. "en la circunscripción escolar sólo somos dos mujeres "CAP" con título de dirección y las dos estamos igual. Los maestros no quieren ser dirigidos por mujeres y las mujeres menos. "¿Qué vas a hacer? Quedarme sentada en mi despacho. Cuando venga la dirección departamental, allí me encontrarán. Yo sola no puedo hacerme cargo de casi 300 niños. Ellos han cambiado a los maestros y saben la situación. En esas les dejo a ella y a los niños y sigo mi camino.

 

Gente nueva y acogida cariñosa

Me paro en Beru-basí. Allí me estaban esperando al borde de camino un montón de niños. Al ver de lejos el coche, empezaron a gritar "mon per, mon per" (¡padre, padre!)y los adultos salieron de la capilla a saludarme. Es verdad que había muchas caras que yo no conocía y la pequeña capillita estaba llena. Sobre todo, que no está bien aprovechado y en lugar de bancos tienen unos troncos de árboles torcidos que ocupan mucho y lo pueden aprovechar unos pocos. Menos mal que para mí traen una silla plegable, más o menos estable.

Mujeres que comen tierra

En la charla, después de la celebración, me dicen que hay muchos enfermos en la comunidad. Sobre todo, mujeres. Les pregunto qué enfermedad tienen y no saben decirme. Solo que es grave, pues algunas mujeres comen tierra. No han ido al dispensario y lo tienen cerca. Me gustaría visitarlas, pero la capilla está perdida en la selva. Las casas están dispersas unas de otras de cientos de metros. Hay que hacerlo a píe. Yo no tengo tiempo ni estoy calzado para ello. Así que les prometo una visita en la semana.

La comunidad organizada en la que da gusto estar

Dunkasa es la comunidad más gratificante y organizada. Me estaban esperando. Siempre esperan sin protestar. Todos cantando en la Iglesia. Una iglesia grande y bonita que casi la llenan.

Muchos niños. Conté cerca de 50. Otros tantos adultos, la mayoría jóvenes, con sus mujeres. Nadie de la comunidad habla francés, excepto, los niños que van a la escuela. Pero tienen mucha dificultad para traducir, porque todo es un arte. Todo se pasa en Bariba. A mí me sigue costando decirla en Bariba, pero la gente es muy respetuosa por el esfuerzo que hago. Ya tenían todo organizado, la catequesis de adultos y de niños, las responsabilidades de cada uno etc. Da gusto estar con esta comunidad. Es una pena que no vaya más que todos los días 15 de cada mes.

Después de misa varios temas que tratar:

Un pozo

El año pasado me pidieron que hiciera un pozo y ya he encontrado financiación. Queda por ver cómo se va a hacer y qué participación va a tener la comunidad. Recogida de arena, romper el granito para hacer la grava. Participación en la mano de obra etc. Todo lo tienen que negociar y dar el resultado en la próxima reunión. El niño que operamos con los píes raquíticos y hacia arriba, ya está enderezado y anda con muletas. La familia prometió que iba ir a la escuela y parece que no lo han mandado. Aunque es musulmán le pedimos a la comunidad que intente aconsejar a su familia. A mí no me daba tiempo a visitarlos.

Bruahima el niño ciego super inteligente

De este pueblo también mandamos a un pequeño niño musulmán a la escuela para ciegos y yo, a principio, me encargué del transporte de ida y vuelta a Parakou en las vacaciones de Navidad y Semana Santa y antes de marchar dejé al director el dinero del taxi para su vuelta en las grandes vacaciones.

Ya quedé con sus padres que el primer año me ocupaba yo del transporte y de la pensión en el internado de la escuela de los ciegos, pero que el segundo ellos se harían cargo del transporte. Hace 17 días que ha empezado la escuela y "Bruahima" no ha llegado. Dos veces he enviado al presidente de la comunidad para ver porqué y le dicen que sí que están buscando los medios.

Hoy me ha llamado el director de la escuela, para decirme que es una pena que el niño no siga, porque es super-inteligente. El año pasado fue sin saber nada de francés y se quedó el primero de su clase con diferencia con los demás.

¿Qué culpa tiene el pobre niño?

Un dilema para mí. Si los padres, que no son más pobres que los demás, apenas si se preocupan por su hijo, ¿qué hago yo supliendo a los padres? Pero ya he prometido al director de la escuela que, si para el domingo no lo han llevado, iré yo mismo a buscarle y llevarle a la escuela, a condición de que los padres no se opongan, como sucedió con el otro que mandé el año pasado y su familia se opuso a su vuelta.

Bueno, así ha sido mi domingo hasta las cuatro de la tarde. Llegué bastante cansado, pues no me he sentado desde las cinco de la mañana. Por hoy vale: un abrazo de

Jesús Fernández de Trocóniz, SMA.